jueves, 29 de octubre de 2015

miércoles, 14 de octubre de 2015

El cambio climático: Un otoño sin hojas.

Ya estamos acostumbrados a la habitual polémica sobre el cambio climático. A que se niegue, a pesar de los claros síntomas que se observan en todo el planeta. Por esto, o por las prisas o por estar cegados por la practicidad no vemos ese otro cambio. Un año más, los ayuntamientos hacen de las suyas y nos dejan sin el otoño y sin sus hojas. Parece que es más barato mutilar los árboles y dejar sus desgarrados muñones a la intemperie, que esperar a que la hoja caiga y llene las calles. Se defenderán aduciendo motivos de limpieza, de seguridad vial, pero lo cierto es que sólo les mueve la economía. Esta economía que premia los despropósitos, me pregunto si con el tiempo no se podarán también a los mayores, si será más económico que vayan acercándose pausadamente al crematorio y ahorrar tantos gastos y pensiones.




Antes para podar, no valía cualquiera, el profesional velaba por la salud, la fortaleza y también la estética, ahora la economía manda y para ello sólo son necesarias unas herramientas bien afiladas y cualquiera dispuesto a usarlas. Así sigue el ciclo y va repercutiendo de manera inexorable sobre todas las estaciones y volvemos a esa primavera sin brotes y ese verano escaso de sombras. En las calles y avenidas los “planes E” mejoran las aceras, cercenando grandes árboles que son cambiados por pequeños arbustos plantados al mejor postor. Es más importante el sponsor que el sponsorizado y también así se contribuye desde nuestros consistorios a ese discutido cambio climático.



Dojal